Los niños hiperactivos son aquellos que desarrollan una intensa actividad motora, comienzan tareas y actividades sin terminarlas y van de un lado para otro sin un objetivo claro. El control que tenemos de ellos en lugares ajenos al hogar es tremendamente difícil, ya que frente a ambientes desconocidos aumentan su hiperactividad, ya que existe alta atención a sus actitudes. Por esta razón las condiciones que tengamos en el hogar y el control familiar en la casa es fundamental para su comportamiento a futuro.
Nicolás siempre que va de visita con sus padres a la casa de sus primos, marca su presencia. Corre de un lado para otro, saca de su lugar los adornos decorativos y revisa cada rincón de la casa como si fuera la propia. Nicolás tiene 5 años y desde hace un año atrás fue diagnosticado como hiperactivo. Sus padres lo tratan con terapia psicológica y medicamentos, pero aún no logran mejorar su comportamiento cuando salen de la casa.
La ansiedad de los papás de Nicolás cada vez que salen se transmite al pequeño este factor aumenta las revoluciones de su hijo. Entonces, podemos concluir que el trabajo con un niño hiperactivo parte desde el comportamiento de los padres y de las condiciones que podemos generar en nuestro hogar.
El ambiente adecuado para un niño hiperactivo se basa en la triada estructura, límites y disciplina. Partir por definir horarios para actividades cotidianas es fundamental. La hora de juegos, sueño, labores escolares, comidas, etc. debe estar muy definida para los niños hiperactivos. Y es en el cumplimiento de estos horarios en que los papás deben estar pendientes.
Es importante desarrollar la conciencia de horarios. Si nuestro hijo no quiere irse a dormir y quiere ver sus monitos favoritos en la tele, una buena solución es grabar los dibujos y luego verlos en el horario establecido para ello. Si se retrasa al levantarse para ir al jardín, levantarlo una hora antes de lo normal, así el pequeño tomará conciencia que la demora afecta en menos horas de sueño y que tiene un costo.
También hay que tratar el tema de los tiempos “muertos”. La espera de atención médica puede ser una situación de gran ansiedad en los padres de niños hiperactivos. Podemos enfrentar la espera llevando actividades a desarrollar por el pequeño mientras esperamos la atención: lápices y cuaderno para dibujar.
Los papás de Nicolás manejan un esquema horario en su cuarto, donde definen tareas diarias para el pequeño y se turnan para asumir el cumplimiento de estas. Por las mañanas la mamá del pequeño queda a cargo y al regreso del jardín, el papá asume la coordinación de las actividades.
Nicolás siempre que va de visita con sus padres a la casa de sus primos, marca su presencia. Corre de un lado para otro, saca de su lugar los adornos decorativos y revisa cada rincón de la casa como si fuera la propia. Nicolás tiene 5 años y desde hace un año atrás fue diagnosticado como hiperactivo. Sus padres lo tratan con terapia psicológica y medicamentos, pero aún no logran mejorar su comportamiento cuando salen de la casa.
La ansiedad de los papás de Nicolás cada vez que salen se transmite al pequeño este factor aumenta las revoluciones de su hijo. Entonces, podemos concluir que el trabajo con un niño hiperactivo parte desde el comportamiento de los padres y de las condiciones que podemos generar en nuestro hogar.
El ambiente adecuado para un niño hiperactivo se basa en la triada estructura, límites y disciplina. Partir por definir horarios para actividades cotidianas es fundamental. La hora de juegos, sueño, labores escolares, comidas, etc. debe estar muy definida para los niños hiperactivos. Y es en el cumplimiento de estos horarios en que los papás deben estar pendientes.
Es importante desarrollar la conciencia de horarios. Si nuestro hijo no quiere irse a dormir y quiere ver sus monitos favoritos en la tele, una buena solución es grabar los dibujos y luego verlos en el horario establecido para ello. Si se retrasa al levantarse para ir al jardín, levantarlo una hora antes de lo normal, así el pequeño tomará conciencia que la demora afecta en menos horas de sueño y que tiene un costo.
También hay que tratar el tema de los tiempos “muertos”. La espera de atención médica puede ser una situación de gran ansiedad en los padres de niños hiperactivos. Podemos enfrentar la espera llevando actividades a desarrollar por el pequeño mientras esperamos la atención: lápices y cuaderno para dibujar.
Los papás de Nicolás manejan un esquema horario en su cuarto, donde definen tareas diarias para el pequeño y se turnan para asumir el cumplimiento de estas. Por las mañanas la mamá del pequeño queda a cargo y al regreso del jardín, el papá asume la coordinación de las actividades.
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